El capital social consiste en el activo históricamente acumulado de sus miembros (individuos o colectivos), sobre:
- la base de determinadas guías sociales de cooperación
- la interiorización de varios valores (confianza, solidaridad, reciprocidad)
- la existencia de un tejido social (o “redes de compromiso”, como las denomina)
Estos permiten al capital social una mayor eficacia en la consecución del bienestar colectivo
Economista: Dr. José Alameda