En el marco de la Gerencia de Intercambio, el supervisor actúa como portavoz de la organización, buscando un intercambio de intereses con el colaborador que beneficie tanto a la entidad como a los individuos. La meta no es forzar a las personas a alinearse con los objetivos comunes; más bien, se promueve una comunicación que permita satisfacer tanto las necesidades organizacionales como las personales.
“Construyendo puentes, no muros: el arte de supervisar es tejer el éxito organizacional con el crecimiento personal.”
Así, el supervisor trasciende la mera recepción y transmisión de instrucciones. Aquel que conoce bien su área tiene la capacidad de revisarla y mejorarla en función de los objetivos planteados, incorporando los comentarios y sugerencias de sus colaboradores.
Como portavoz, el supervisor puede negociar con el colaborador dentro de los límites autorizados por la empresa. El margen de acción del supervisor emana de los objetivos organizacionales, su nivel de autoridad y sus conocimientos. Aunque vista desde afuera, la organización puede parecer cerrada y con limitadas oportunidades de intercambio, la relación supervisor-colaborador abre un abanico de posibilidades no exploradas, no por falta de flexibilidad, sino por partir de una premisa de sacrificio personal.
El supervisor puede negociar con el colaborador en consonancia con sus intereses, permitiendo que este último aporte ideas sobre cómo lograr los objetivos de manera más eficiente. Por ejemplo, recuerdo un taller en el que un supervisor y un colaborador discutían la posibilidad de cambiar la ruta de inspección de campo del colaborador por conveniencias personales. Inicialmente, el supervisor estaba reacio a aceptar. Sin embargo, tras varios intercambios, se dio cuenta de que el cambio beneficiaba tanto al empleado como a la organización, al economizar tiempo y permitir más inspecciones. Esto resultó en un acuerdo mutuamente satisfactorio.
Las sugerencias de los colaboradores pueden mejorar los objetivos de la organización. El supervisor debe estar dispuesto a explorar otros medios para alcanzar dichos objetivos, aprovechando el conocimiento directo del colaborador sobre el terreno.
La gerencia ética aplicada se fundamenta no en la imposición de poder, sino en una relación comparable a la de un comprador y un vendedor, donde se intercambian beneficios mutuos sin sacrificar los objetivos organizacionales. La supervisión en esta perspectiva ética se orienta a tratar a las personas dentro de la organización con el mismo respeto que al público, rompiendo con la práctica de priorizar a los externos sobre los miembros de la propia entidad.
Al vender sus servicios a la compañía, el colaborador no realiza un sacrificio, sino un intercambio de intereses. La reingeniería de procesos se presenta como un método para alcanzar objetivos con menor esfuerzo, fundamentando una relación de beneficio mutuo. El supervisor debe estar atento a las sugerencias de los colaboradores que favorezcan los objetivos organizacionales y los intereses individuales. Las propuestas alineadas o neutrales con los fines de la organización deben ser consideradas, maximizando los beneficios y minimizando las pérdidas. Las que contravengan los objetivos organizacionales requieren una explicación fundamentada para su rechazo.
La gestión de las sugerencias del colaborador implica una evaluación conjunta de cómo pueden contribuir a la organización, fomentando una colaboración en lugar de confrontación. La supervisión efectiva evalúa la armonía de las propuestas con los intereses organizacionales y personales, incentivando una demostración de su valor.
Las sugerencias no solo deben ser escuchadas por cortesía; pueden ser cruciales para la eficacia y desarrollo organizacional. Una negativa a una sugerencia no significa un rechazo a la persona o a sus intereses, sino una oportunidad para obtener mejores ideas y ajustar estrategias.
Los acuerdos alcanzados sirven como referencia para evaluar el progreso y ajustar acciones conforme a nuevas informaciones o situaciones, manteniendo la flexibilidad y adaptabilidad en la búsqueda de objetivos comunes.
Revisado en abril de 2024.