Por: Miguel A. Arrieta Morales, Ph.D. Analista de Decisiones
En esta ocasión dialogaré, el proceso ético consiste de diálogos, sobre valores a aplicarse al discernimiento de la Toma de Decisiones, valores que atienden aspectos materiales y aquellos cuya atención va dirigida a temas trascendentales. Pero antes confieso, que me vienen muy bien trabajar en esta serie de reflexiones, ayuda a desenmarañar para una “mejor lectura” de las situaciones y retos que nos estamos enfrentando¹. Tampoco se pretende conocer la alquimia de la piedra filosofal, sino sencillamente, como mencioné al final de la primera reflexión, emplearse en lo que es posible hacer ante eventos que no se tienen control. Si fuese el caso de tener conocimiento técnico de epidemiología, sería otra la actividad. Sí, porque la plenitud del profesional requiere de dos grandes ingredientes; conocimientos técnicos integrado a los valores éticos de la mochila personal². Entonces, por carecer de lo primero, conocimientos técnicos de incidencia enfermedades infecciosas, resta lo segundo, tema que, de manera autodidacta, me he ocupado atender. Pero de una vez, dejemos de lado confesiones, vayamos al tema.
En el primer escrito hice mención que los Valores indican los deberes de las acciones; es el timón y referente en que las actividades adquieren significado. Sugerí dos valores, Prudencia y Solidaridad, para encanar ante las amenazas en que desconocemos al alcance de daños y menos aún en estimarlos. En el segundo conversamos sobre el tiempo, del cual no tenemos control, y que, de golpe y porrazo, hemos sido detenidos de “actividades ordinarias” que abre ocasión para examinar nuevas miradas y asuntos, que por “falta de tiempo” se han relegado. De manera que, dado que se abre un espacio para examinar y por otro lado, asumir nuevos valores, dialogaremos sobre el tema de qué valores asumir para discernir la Toma de Decisiones.
De manera sencilla, veamos en qué consiste el análisis ético, en el Proceso de Toma de Decisiones. Evaluar las consecuencias de las alternativas dirige a sopesar cuáles son los mejores resultados. Son los valores los que precisamente asisten a discernir en qué tomar en cuenta para concluir que unas consecuencias son mejores que otras. Se escoge aquella alternativa que promete los mejores resultados, es decir, la de mayor posibilidad y/o mejor beneficio.
Los valores se definen como aquello a lo que se da importancia, contesta la pregunta: ¿qué importa? ¿qué es lo beneficioso? Tenemos dos grandes conjuntos de valores: aquellos que atienden los temas temporales y los que son de transcendencia. Los primeros definen como beneficioso y prestan importancia a gratificaciones inmediatas por cosas o actos que perecen dentro de un tiempo dado, pertenecen al campo YOISTA, CRONOS Y CADUCAN. Los segundos atienden a temas que atraviesan límites materiales o del tiempo-reloj. Aquí se puede definir como beneficioso el desarrollo de las artes, el amor y otros temas del alma, y pertenecen al conjunto del SERVICIO, KAIROS y PERENNE.
Los tiempos actuales alertan lo vulnerable de lo material, queda profundizar en los valores del espíritu, los que nunca tienen fecha de expiración. En esto se comprenden los valores cuyos fines están orientados hacia el bien. Por excelencia, el amor es el valor vinculante siempre al presente, cual rebasa todo tiempo, espacio alineado con el servicio. Podemos “verlo”” en una despedida de duelo, por las acciones llevadas a cabo en la vida, la persona trasciende por su entrega a los otros, nunca se destaca por cuántas casas o carros, u otras cosas tuvo.
Que, en el análisis y discernimiento de nuestras opciones, primen los criterios de trascendencia para definir en qué consiste lo beneficioso. Para ello, la introspección tiene dos valiosos recursos: meditación y oración.
1. Siempre me he visualizado como desatanudos. En mis años de formación en consulta ética decisional, mi mentor se refería al término Desproblematizar. Sobre ello conversaremos en otra ocasión.
2. Un profesional es confiable por el resultado de su capacidad técnica en sinergia con valores éticos.
20 de marzo de 2020
San Juan, PR